martes, 24 de mayo de 2016

Dos historias. Dos realidades.

Fin de semana potente con dos actividades de montaña para dos personas asociadas a Montes Solidarios.

Dos increíbles historias humanas de superación, amistad e inclusión.

Comenzamos el sábado día 21 con una chica que venia desde Madrid para cumplir un reto y continuar con su pasión por la montaña interrumpida por varios ictus que la han obligado a aprender a hablar, moverse, y andar de nuevo.


Elegimos el monte Jaizkibel en Fuenterrabia por su belleza y unión de mar y montaña. Con un esplendido y caluroso día afrontábamos las duras rampas de subida pasando por la ruta de las tres torres hasta el repetidor, pero obligando a Maite a caminar con ayuda los últimos 100 metros hasta la cima. Algo increíble y único como vivencia ver a una persona que hace unos meses apenas se mantenía en pie y esta vez conseguía ella junto con su compañero completar con esfuerzo y una gran sonrisa este reto.


Una vez mas una lección de esfuerzo total de esta amante de la montaña, que después de mucho entrenamiento esta mejorando de forma sorprendente su movilidad y de esta forma normalizar todo lo posible su día a día.


Al día siguiente quedamos con otra de nuestras socias de Montes Solidarios para cumplir otro sueño, esta vez muy emotivo y sentimental.


Isabel según nos comentaba, ha subido mas de 200 veces hasta el bonete de San Tirso (1276m) enclavado en la sierra de Cantabria, frontera entre Alava y La Rioja Alavesa, pero desde hacía 2 años y debido a una enfermedad que la ha dejado en silla de ruedas, no había vuelto a este lugar mágico para ella.


Nuestra misión… cumplir su sueño una vez mas.

Con un día desapacible pero la lluvia, la niebla y el fuerte viento en la cima, hemos completado la ascensión y de esta forma reencontrarse de nuevo esta gran montañera y su fantástico grupo de amigos y compañeros de montaña, en la campa del bonete de San Tirso


Las emociones han estado un poco ensombrecidas por el temporal, pero no han faltado los aplausos, el almuerzo, las risas y el reconocimiento a esta gran luchadora que día a día lucha por mantenerse activa. Seguro que esta ultima subida a su montaña preferida le ha dado una vuelta de tuerca a su motivación y su estado de animo.

Ese era nuestro objetivo.


Pero es obligado destacar algo que muy poca gente valora y que nosotros hemos visto en estas dos historias.
Es tan sencillo y tan complicado al mismo tiempo, como juntarse con un grupo de amigos que quieren que sus compañeras de montaña, sigas manteniendo esa afición que por un motivo u otro han tenido que dejar definitivamente o temporalmente.

Ellos han sido los que nos han contado estas historias. Los que animan y ayudan a cumplir estos retos y sueños. Con los que sin ellos esas caras de felicidad en este caso de Maite y de Isa, no serian posibles.

Estos amigos no quieren dejarlas aparcadas en casa y quieren que sigan siendo sus compañeras de montaña.


Ellos han empujado de las sillas, han mimado y atendido en todo momento a estas soñadoras, y entre todos nos han facilitado esta bonita misión que nos hemos adjudicado y que nos sigue llenando de satisfacción.

Ellos son los que se merecen todos los reconocimientos y todas las alabanzas.
Nosotros solo somos una herramienta y un pequeño eslabón en la inclusión de estas personas en este caso en el mundo de la montaña.

Un aplauso para estos amigos y un abrazo agradecido por lo que nos han demostrado en este fantástico fin de semana.


Una vez más nos sentimos orgullosos de haber cumplido dos bonitos retos, pero aun más de haber conocido mucha y muy buena gente.

SEGUIMOS CUMPLIENDO SUEÑOS.

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